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Un jardín de concreto donde olvidas el dolor y los problemas.Posted by on


La magia no es una ilusión, es una realidad que protagonizan 45 niños en Manrique Raizal.

Al cruzar esa puerta, Juan Fernando, Camila, Laura y Jessica entran a una dimensión de arcoíris e ilusiones que llenan de felicidad su mundo. A Juan lo recibe un niño con un gran abrazo el cual se pega de su pierna izquierda impidiéndole caminar con facilidad. Su rostro no refleja amargura, al contrario, esto lo tranquiliza sobretodo porque los niños lo recuerdan como “el payaso pulguita” luego de compartir en ocasiones pasadas con esa identidad.
El Jardín Infantil Arcoíris de Ilusiones cuenta con tres profesoras amantes de su labor, ellas con emoción reciben de lunes a viernes a 45 niños y niñas dispuestos a aprender nuevos colores, sistemas de transporte, animales y sobre todo a sentir, a vivir y sonreír esperando con paciencia el reencuentro con sus padres a las cinco de la tarde.

Camila, una estudiante de seguridad y salud en el trabajo acompañó al equipo de Funmabi Para Dar a compartir una torta de chocolate con leche a estos pequeños. Ella suele sentir dolores en su cuerpo por quebrantes de salud que ha tenido, sin embargo, esto no la detuvo para cargar a niño, correr con ellos y hasta casi partirse haciendo el puente que le enseñaron los niños. “Cami ¡cuidado! le dice Juan y ella con una gran sonrisa menciona “fresco, no me duele nada”.
Es un mundo mágico donde los dolores y los problemas se olvidan. Allí te encuentras osos pintados en la pared, un pequeño abriendo su boca y diciendo “tómame una foto”, una pequeña llorando porque aun extraña a su mami y muchas niñas queriendo cantar la canción que más le gusta.

Fernanda, una pequeña de cinco años se para frente a la cámara y canta “porque así son las mujeres cuando uno más las quiere siempre pagan con traición”. Son aprendizajes que no tienen en el jardín pero que traen de sus casas y comparten con nosotros, personas extrañas a quienes nos crean una sonrisa de oreja a oreja.
Lo primero que ves son los niños de preescolar, avanzas y ves a párvulos, chiquitos pintando un bus, pues su clase del día son los sistemas de transporte. Conoces a la profe que inició un proyecto con los bebes que caminan pero aun usan pañal.
Yenifer Inició con 12 chiquitos y ahora solo tiene 3 que poco a poco aprenden a pedir el baño o que solo buscan la vasenilla. Los padres felices, es un ahorro económico para ellos y para el resto del mundo una ayuda al medio ambiente.
Niños sonrientes, despeinados, con un bigote de leche o con chocolate en sus cachetes abrazan a Juan, Camila y Laura, personas grandes con almas de niños que viven pendientes del proceso educativo y recreativo de estos pequeños y sus profesoras. Nos vamos, pero regresaremos a este mundo mágico donde el único requisito es sonreír y ser feliz.

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